Significado: Alude a la belleza masculina, al señalar que, en el hombre la belleza no es importante para su virilidad y atractivo. En ocasiones, puede emplear este refrán un hombre poco agraciado como argumento justificativo.
Reviso las noticias, capto las tendencias y hago reseñas. Intento escribir en un lenguaje sencillo sobre cosas complejas y llamar la atención sobre las realmente importantes.